miércoles, 31 de agosto de 2011

10 normas a seguir para follar sin tenerse que arrepentir

Pues eso, para que no os perdáis, para que no podáis decir "a mi nadie me avisó de esto", o para los que al leerlo digáis "ay, jolagranputa, lo podrías haber escrito antes", aquí tenéis 10 normas para que no prefiráis decir que os dieron plantón antes que contar la verdad:

1. Fumadores no, gracias. Y es que para que te quede la boca sabiendo a Ducados o Marlboro no es necesario aguantar a un individuo ni un minuto, basta con coger un cenicero y lamerlo.

2. Hay de todo en la viña del señor, pero pensad que el tio perfecto no existe bo-ni-tas, así que, el que tenga un cuerpo 100, le faltará por otro lado, seréis cerdas… nooooo no me estoy refiriendo a su entrepierna, perras que sois, la Virgen de las Calenturas… esos maromos físicamente perfectos suelen carecer de imaginación, y queridas, le puede llegar a la rodilla, pero si lo de arriba no sabe qué hacer con tanta carne mal vamos. Suelen ser tipos “Tumetume” (tú me haces esto, tú me haces lo otro), o sea, que ellos aportan su cuerpo serrano pero tú tienes que poner toda la carne en el asador porque si es por ellos puedes dormirte ahí empalada.

3. No a los Straight Act (gracias Sr_Skyzos por el vocablo). Esta sub-especie suele venir acompañada de palabras como “discreción” o frases como “no me gustan las plumas”, algún trauma infantil con alguna paloma en el parque. En su versión más gore-xtreme viene acompañados de palabras tales como “novia” o la Santísima Trinidad: “mujer e hijos”, y esto ya nos lleva a la siguiente norma.

4. Heteros con novia, mujer e hijos. Sólo apto para gente a la que le gusten las citas a ciegas, porque eso es lo que vais a tener, citas a ciegas, bueno, la primera sola, hay que ser lerda para quedar 2 veces con el mismo y decir que sigue siendo una cita a ciegas. Porque en el mejor de los casos quedarás con un torso, un culo, un pene (fino que soy cuando quiero, coño), una espalda o como mucho un señor con un círculo negro por cabeza, eso es lo máximo que te pueden llegar a mandar como foto. Ni eso esperes en el caso de que seáis del mismo pueblo. Y no quiero ser cruel, bueno sí, pero si cuando te pasan una foto la realidad ya cambia, imagínate qué clase de orco puede llegar a tu puerta cuando no hay foto.

5. Hay ciertas respuestas que pueden hacernos saltar alguna alarma y evitar acabar encamados con un pan-sin-sal. Por ejemplo, si al someterlo a un tercer grado, a una ronda de preguntas rápidas, preguntamos “qué te gusta en la cama?” y el tipo contesta “no sé… ahora mismo me pillas así en frío…” desengáñate, frío se va a quedar, porque si en la cama le preguntas “qué te apetece?” te contestará lo mismo, y entonces ya puedes vestirte, pillarte una tableta de chocolate y ponerte a ver “Qué tiempo tan feliz” con algodones de colores entre los dedos de los pies, lo pasarás mejor, en serio. Para estar con un muerto me pido a Bill Compton (True Blood).

6. Desengañémonos, los 20 cms existen… en contadas ocasiones. Y cuando existen y funcionan a la perfección, ah! Querida! Es tu día de suerte. Es pura física, si esos 20 cms tienen que estar llenos de sangre para estar firmes y además el cuerpo necesita bombearla a otros lados si no quieres acabar fornicando con alguien que tenga los brazos gangrenados, es más fácil que haya altibajos, y por lo tanto disfruta como si no hubiera mañana de los buenos ratos que te dé, porque lo que está apuntando al techo en nada puede estar apuntando a tus pies. Tampoco me malinterpretéis, no es que os sugiera lanzaros de rodillas ante cualquier micropene que se os cruce, pero ni tanto ni tan poco. Además, nunca entendí ese afán por encontrar esa barra de chopped andante, tal vez es por el morbo posterior cuando te sientas en una silla y debes tener miedo a hacer ventosa y arrastrarla al irte…

7. Las reglas del juego. Cada uno se monta sus reglas, y naturalmente, para que la cosa salga bien uno tiene que exponerlas de antemano y los demás aceptarlas. Pero a mi que un tio me diga “no me va besar” o que una pareja abierta ponga como regla “no besar a sus amantes” se me hace raro, o sea, es un rollo “métemela hasta que notes que has llegado a mi alma pero no me beses”??? ¿Quién te crees que eres? ¿La Roberts en Pretty Woman?

8. Modelo Copperfield, dícese del que desaparece tan rápido como aparece. O sea, el típico que en cuanto que él acaba, con la última salpicadura ya está de pie y abrochándose el pantalón, que tú desde la cama te lo miras con cara de ¿te has dejado el gas abierto? ¿acabas de recordar que era el funeral de tu abuela? ¿te acabas de dar cuenta de que soy un tío, aunque antes ya llevaba barba, tenía pelo en el pecho y tenía voz y nombre masculinos? No estornudes en ese momento porque te pierdes cuando sale por la puerta. Sé un poco cabrón, no le avises si parece Cameron Díaz en la escena más famosa de "Algo pasa con Mary", le jodan.

9. Todo lo contrario al anterior, el que al rato ya estás pensando si poner a hervir agua para despegarlo del sofá. Que está muy bien cuando alguien te dice que quiere romper un poco el hielo hablando o tomándose algo al llegar a tu casa, pero de ahí a que se ponga cómodo en el sofá y parezcáis una pareja de cincuentones viendo el telediario… si aquí se viene a follar, déjale claro que si tiene que quedarte un mal sabor de boca no quieres que sea el de haber perdido el tiempo cuando se levante y diga “uy, se me ha hecho tarde, mejor quedamos otro día”.

10. Ponte siempre en lo peor… me explico: si conocéis a ese tipejo en alguna página de contactos, chat, etc, y hay varias fotos suyas a ojear, no lo dudes, la que más se asemeje a la realidad será la que esté más feo. Si todas las fotos son en plan fotos de estudio o book de María de Mora, no os dejéis llevar por la lujuria panda de putas descocadas!! Esos músculos marcados no estarán, esa cara tendrá granos y te pasarás el rato buscando ese paquetón que marcaba.

Si alguien tiene algo que añadir que hable ahora o calle para siempre y lo ampliamos cuanto sea necesario, luego no me vengáis pidiendo referéndum para cambiar esta carta magna. Y si os saltáis cualquiera de los puntos luego no me vengáis llorando con el tanga rosa los boxers de megamacho en los tobillos…



lunes, 29 de agosto de 2011

Conversaciones estúpidas (I)

- Necesito hablar con la psiquiatra.

- Pues no está, ha tenido un problema personal y sé que vendrá a lo largo de la semana pero no qué día en concreto.

- Ah... (cri cri cri cri)

- ¿Le ayudo en algo más?

- Sí (cri cri cri cri)

- Dígame...

(si aquí me llega a decir "me" le cuelgo)

- Quisiera hablar con la psiquiatra...

(ostia, ponte códomo Martí que esto va para largo)

- Ya, le acabo de decir que no está.

- ¿Y cuando la encuentro?

- Llame a final de semana y así seguro que ya la encuentra.

- Vale, y... (cri cri cri cri)

- Y...?????? (con tono ya de "por DioR donde puse la petaca")

- Y su secretaria?

- Yo mismo.

- Ah... (cri cri cri cri)

(paso, ya no contesto nada, a ver cuanto aguantamos este silencio... a los pocos segundos...)

- Pues verá, se lo digo a usted...

- Dígame.

- Que yo llamaba... para... para... (zzzZzzZzzzzzZzZZzzz...) para hablar con la psiquiatra.

(buscando la cámara oculta)

- Señor, le acabo de decir que no está.

- Vale, si ya me he enterado, y que la llame otro día, ya me he enterado antes. (cri cri cri cri)

(no pienso contestar, cualquier cosa que diga ahora mismo no va a ser bonita y no deja de ser un pobre enfermo)

(Me colgó sin más)

(Creo que ahora estoy yo por llamar a la psiquiatra)


jueves, 25 de agosto de 2011

La niña muerta

Todo aquel que ha pisado nuestro Piso del Pequeño Pony ha oído la historia de la niña muerta que allí habita. Pero claro, como no tod@s pisaréis el piso, siento romperos esa fantasía, ni os sentaréis a mi mesa a comer queso President (antes de que alguna japuta lo diga en los comentarios lo digo yo y rompo la exclusiva), pero tranquilos, tengo ese alma tan natiabascalizada que hace que os ame a tod@s, sobretodo cuando voy automedicado, y a raíz de un suceso reciente, me decidí a contaros la historia aquí.
Siento decepcionaros, la historia en sí no es que tenga mucha chicha, no hay apariciones de niñas con el pelo aceitoso en toda la cara al final del largo pasillo (más que nada porque éste mide 2 metros si es que llega a ellos), ni niñas bajando las escaleras del revés y a 4 patas (que eso lo ve Supernanny y la pone fina), ni nada de todo eso.
Al poco de empezar a vivir allí un día llamaron al timbre, voy hacia la puerta y para mi sorpresa estaba un palmo abierta, miro fuera y era el niño el vecino que llamaba para advertirme de eso precisamente, la única cosa normal que ha hecho desde que vivo allí, le di las gracias (uno que es educado, culto, tolerante…) y cerré, no le di más importancia, pensando que simplemente habíamos cerrado mal al entrar.
A los pocos días, siendo ya de noche y pasar por el recibidor me percaté por el rabazo rabillo del ojo de una franja de luz que entraba por la puerta, y nuevamente, al acercarme, estaba unos centímetros abierta.
Cierto es que haciendo pruebas, al cerrarla fuerte, por algún motivo no queda bien cerrada y con cualquier corriente de aire podía abrirse. Así que a partir de entonces no sólo apretábamos fuerte al cerrar, sino que además tirábamos hacia nosotros de la manecilla para cerciorarnos que estaba bien cerrada.
Se abrió una 3ª vez. Ahí nació la leyenda. Una niña muerta tocapelotas a la que sus padres no le dieron dos leches a tiempo que se dedica a abrirnos la puerta. Desde entonces, y como suele pasar con estas cosas, la leyenda ha ido creciendo y cada vez se le añaden nuevas cosas:
- Que si la niña contesta mal.
- Que si hemos llamado a Superghostnanny y ni ella ha podido.
- Que si niña deja la puerta en paz, el poder de Cristo te obliga.
- Que si no sabéis como llegó la otra noche, borracha perdía y me decía que eso era que le habían metido bebida en la droga…

Y un largo etc. El nombre que le pusimos a la niña no os lo digo porque aun me queda un mínimo de moral cristiana, será la estela de la visita Papal, porque que yo sepa no me he amorrado a ninguna entrepierna peregrina (y me cogiste de la mano) para que me queden a mi restos de nada así.
La cosa tenía su gracia. Y digo tenía, en pasado, porque el otro día en la parte superior del espejo que tenemos en la entrada, a unos 2m del suelo apareció lo que veis en la foto.

Sí, la huella de una mano, con su pulgar y todo, os vayáis a pensar que a mi niña le falta na o que es una maldita lisiada, o sea, no puede ser de cuando pintamos y haber dejado la huella al volverlo a colgar porque entonces el pulgar no estaría. Además es una mano más pequeña que las nuestras. Encima está allí arriba y perfectamente bocabajo… Vamos, que gracia no me ha hecho.
Para rematarlo todo, mi Ghost Radar (App gratuita para Iphone) detecta siempre una presencia en casa. Madre mía lo que puede haber llegado a ver esa criatura, yo creo que no se manifiesta por miedo…


lunes, 22 de agosto de 2011

NEW AGE. Uséase, el retoNNo.

Reabrimos, bueno, reabro. Llevaba tiempo que sí, que no, que sí, que no, que caiga un chaparrón! No prometo nada, que la última vez, después de 2 años me rallé y cerré esto harto de la presión constante, el stress, las constantes llamadas, a horas intempestivas, de fans pidiendo que escribiera, las amenazas en mi puerta, los secuestros express sufridos por mi familia en los que me mandaban fotos de ellos con el periódico de una semana atrás y la nota de “escribe un post o no volverás a verles”… bueno tal vez nada llegó a tanto, pero la idea general de que me cansé se entiende, ¿verdad? La foto de arriba da muestras de lo acontecido desde el momento en que decidí reabrir algún día… el rumor se extendió y “fanes” agolpadas en la puerta de casa esperando el día en que por la chimenea (que no tenemos) ascendiera la fumata blanca anunciando que habemus nuevo blog. Iba a poner otras fotos pero había fans de más edad y entonces me cuadraban más gritando aquello de “xxxoooorisaaaaa!! Ladronaaaa!! Ajjjjjquerosaaaaaa!!!” en la puerta de los juzgados de Cádiz viendo pasar a la Campa, que no en la puerta de mi casa adulándome, así que puse esta otra foto para no confundiros.
Pero aunque os tiente la idea de salir corriendo de vuestras casas aunque sea con los rulos y la bata de buatiné puestos, a uniros a esas legiones que se agolpan alrededor de mi casa, os pido que no lo hagáis. Me servís más si os ponéis el disfraz de mono volador de la peli “El mago de Oz” y os lanzáis por la ventana al vuelo para hacer saber a tod@s que esto se reabre.

¿Por qué? Pues ni yo lo sé, porque soy así, porque a veces me aburro y tengo nostalgia de esto, porque otras me harta antes de empezar, porque vuelve Gran Hermano, porque Sálvame da para mucho, o no, porque sí, porque no, porque yo lo valgo...
Eso sí, aquí se ficha, así que en cada post quiero comentarios, que aquello de “un blog se alimenta de tus comentarios”, cursilada donde las haya, no sé si será verdad, pero que cuando uno escribe y monta un post, y luego ni el tato lo comenta me dan unas ganas de llamar a Movistar, Vodafone, Orange, Lebaramovil, Humauakeñas-en-acción-movil, etc., y darles vuestros teléfonos y asegurarles que queréis todas las ofertas que puedan ofreceros pero que simplemente os gusta que os insistan en ello a partir de las 2 de la madrugada que no os lo podéis imaginar.
Os lo digo por vuestro bien, esto será como aquellas cadenas tan verdaderas que pasan por e-mail, y a quien lea un post y no escriba un comentario le caerá una maldición gitana-rumana-detodoslossantos y no dejarán de sonar en su cabeza los mejores éxitos de Wendy Sulca hasta que le revienten los tímpanos. Así que ya sabéis.
Queda inaugurada la new age.
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