
El sábado nos llama, por enésima vez, Vodafone en su versión guayaquileña, para preguntarnos, por enésima vez, si realmente queremos darnos de baja, por enésima vez le decimos que sí, que no cumplen con su parte del contrato y ella por enésima vez nos dice que todo funciona correctamente, y yo por enésima vez le digo que no lo dudo, pero que si el alta de la cobertura del fijo la tienen dada de alta en Vic que está como a unos 40-50 kms de donde vivimos pues como que no puede funcionar muy bien. Ella avisa, y el que avisa no es traidor, de que se procederá inmediatamente a la baja del servicio. Perfecto. Pero coño, no pensaba que fuera algo tan inmediato, visto como tardaban, sin conseguirlo, en cambiar mis datos para arreglar la avería, en dar de alta el wifi etc, pues no, las bajas son instantáneas oiga, a los 5 minutos ya no había internet en casa. Pero aún y habiendo estado todo el finde "desaparecidos", no os penseis que alguien se ha molestado en mandar si quiera un mensaje para preguntar donde andábamos (eh Cata y Nyra???) que ya veo que si algún día me duermo con el gas abierto o se me cae un montón de periódicos encima como a Skiner en los Simpsons, ya veo que no me puedo fiar de que estas dos abutardas en perpétuo estado etílico llamen a nadie...
Llegó el domingo y como cada domingo, el plan era perrear en el sofá, pero una llamada de unas amigas nos invitó a ir hasta Barcelona a ver el desfile del Orgullo.
Yo soy bastante reticente a este tipo de eventos, por no decir que soy contrario, más que nada porque luego en la tele sale lo que sale, la vergüenza ajena es mayúscula y encima dudo que estas imágenes de las mamarrachas de turno perdiendo aceite y plumas a partes iguales ayuden en la normalización de nada.
Pero allá que fuimos, y sin saber como no sólo vimos el desfile, sino que desfilamos, porque de pronto nos encontramos andando detrás de una carroza que yo empiezo a creer en eso de la teletransportación porque de verdad que no sé como llegamos allí.
Pero por si la cosa es poca, no sólo desfilábamos, sino que lo hacíamos detrás de dos engendros con tetas de cartón piedra, peluca y maquillaje carnavalero de tienda de los chinos, que yo sólo podía pensar que si siempre salen las pipirranas estas en la tele, aun nos verían en casa andando detrás de ellas. Espero que no. Los engendros variopintos pues imaginaos... tios vestidos de tias, tios y tias muy representativos de cada una de las distintas “tribus” gay-lésbicas, mutaciones salidas sin duda del salón-quirófano de Marisol la del Raval, y mucha mirada lasciva.
A destacar el momentazo en que un grupo de... no se qué serían, ¿activistas de algo? ¿okupas? ¿fachas? No se, eran algo que iban con una pancarta unos y otros estaban tirados en el suelo cortando el desfile, la cuestión es que de una alguien se cabreó, tiró de la pancarta y estos arremetieron y en mitad de todo el tumulto de tios megacachas, tias que parecían tios, etc etc, ¿qué creeis que pasó? ¿se liaron a ostias? Pues no, echó todo el mundo a correr. Tanto músculo para nada, y luego hablan de tópicos.
Y llega esta mierda de lunes fatídico. Me levanto, y cuando llega la hora de salir de casa, mierda, ¿y mis llaves? Joooooooooooder, me viene a la mente la imagen de mi mismo, metiendo las llaves dentro de la bolsa de I. el día anterior, y no me viene ninguna otra sacándolas. Perfecto, las 8.55 de la mañana, me quedan 55 minutos para ir hasta el curro y encima pararme a poner gasolina. No llego. Llamo a mi padre para que me venga a traer la copia de las llaves que tengo en su casa, el pobre al menos se da prisa, y en 10 minutos ya está allí. Salgo pitando, pensando que como aparqué en la zona azul, y viendo el día bonito que se me avecina, el guardia habrá empezado la ronda por la calle donde está mi coche y me tocará pagar 8€ por aparcar en la zona azul sin ticket durante 5 minutos. En cuanto llego, ya de lejos veo el papelito rosa, muy del orgullo, adornando el parabrisas, me acerco, lo arranco, pero para mi sorpresa no pone nada de 8€, en la casilla de la cantidad pone un perfecto 90€ porque resulta que ese día había que sacar el coche a las 8 porque iban a pintar la calle... supongo que podría haber sido peor y haberme encontrado con la pegatina de la grúa.
Paso, se pagará y punto, no quiero ni pensarlo más, si me pongo a mirar la de coches que aun están ahí sin papelito rosa igual cojo una recortada y me lío a tiros.
Salgo al autopista, a toda leche, y cuando no llevaba ni 5 minutos de conducción me suena el pitido de que estoy en reserva, yo ya me veía quedándome tirado en la cuneta, pero no, he llegado a la gasolinera, donde ya me temía que me pasaría algo como que de un avión tirarían una colilla y me caería justo encima explotando todo, pero tampoco ha pasado eso.
Por suerte al pasar por el peaje no me he comido la barrera, que eso ya lo hice hace unas 3 semanas y menudo susto me pegué, eso sí, al hacerlo se encienden todas las luces del peaje y empiezan a sonar campanas y sirenas que no sabes si has roto la barrera o si te ha tocado el perrito piloto.
Pero bueno, todo eso me pasa por el Kharma, que ya dicen que te lo devuelve todo, y como yo me paso el día riéndome de los unos y otros y metiéndome con las desdichas de la odiadora, pues aquí está el resultado.
Pero lo siento, por el momento NO hay propósito de enmienda.