A estas alturas todo el mundo sabe que estamos en crisis, unos más que otros, pero en general, hay crisis. Algunos dicen que la crisis es total, otros dicen que es ficticia, otros que las crisis son inventos de los gobiernos para asustarnos... sea lo que sea, la cuestión es que la cosa parece estar chunga. Aun así, parece que algunos no se dan por enterados y se lanzan al mercado empresarial montando nuevos negocios que en su mayoría fracasan a los pocos meses.
A veces, por aburrimiento (quiero pensar eso) ideamos con Martona listas estúpidas de distintas cosas, y el otro día me propuso hacer el Top Ten de los negocios absurdos, inútiles o directamente gilipollas que había en nuestra ciudad.
Allá que me puse, no llegamos a idear la lista entera, más bien nos dirigimos derechitos al podio. No mencionamos todas las tiendas de abrigos de piel que hay en la calle central, que no sería nada raro si no fuera porque aquí no hace frío como para llevar un abrigo de piel, y que los turistas que puedan venir de ambientes más gélidos creo que lo último que vienen a hacer a Calella es probarse abrigos de piel, menos aun cuando en pleno centro te topas con un aparador en el que los maniquíes quedaron anclados allá por los 60, con unos peinados que te transportan a aquellas tardes de domingo en que uno saca las fotos de familia y ves a tus padres con unas pintas que piensas "Gracias por no nacer antes".
Claro que por antiguo, la palma se la llevan 3 o 4 peluquerías que son auténticas reliquias, si en el museo de la ciudad hay una farmacia antigua expuesta, dentro de poco estas peluquerías no pueden faltar en sus salas. Siempre que paso por delante no puedo evitar pensar si en cuanto entran los clientes, pierden su color y todo transcurre en una peli muda, en la que el cliente hace aspavientos contándole al peluquero lo que quiere y luego aparece un fondo negro con la frase escrita encima. Incluso durante un tiempo tuvimos la teoría de que dos de esas peluquerías se conectaban en el túnel del tiempo y si entrabas en una, podías aparecer en la otra en cuanto te sentases bajo los secadores de pelo.
Tampoco nombramos una tiendecita pequeña que había hasta hace poco en la que vendían cosas de hechicería bajo el original nombre de Luna llena, brujas, cartas, libros, incienso, velas... sobretodos velas, muchas velas, tantas velas que al final la tienda desaparecio bajo un incendio una madrugada.
Siguiendo con las velas tambien hay una tienda estúpida que sólo vende velas, eso sí, hechas a mano y en directo por las chicas que allí trabajan, se ponen frente al aparador y una vela tras otra, y la gente allí, amontonada haga el tiempo que haga, sobretodo en verano, yo creo que los guiris se creen que están entrando en el barrio rojo de Calella y que en cualquier momento esas chicas se quitarán el delantal, se meterán en la bañera de cera y darán rienda suelta a sus más perversas fantasias con las velas... ilusos...
Justo al lado abrió hace unos 3 años la Barbie Gifts, tienda dedicada a todo tipo de complementos de la cincuentona muñeca dirigida a niñas que podrían ser sus nietas. Horrrrrrroroso imaginarse qué tipo de madre puede comprar (y poner) esas cosas a su hija, aunque yo trabajé un verano con una que los compraba, eso sí, por internet y en la tienda de París, que da mucho más glamour, eso sí, el horror al ver la niña era el mismo, era una mezcla entre muñeca chochona, fresita y tarta de fresa, todo regado con cristales Schinosky.
Pero bueno, como os decía, nosotros nos hemos ido directamente al podio, éste está formado en 3r puesto, por una tienda que desapareció tan rápido como apareció, en la que se vendían bolsos, pero no bolsos normales, bolsos de 300, 500 y más €... te dolía ver las etiquetas, eso sí, luego el aparador lo adornaron, en una ocasión botellas de agua vacías y en otra una moto vieja sacada de un desguace, no tuvo tiempo la tienda de cambiar más el escaparate. Un negocio así, en un pueblo donde las que se las dan de gran señoras acaban comprando (y regateando) en la tienda de 100 pelas de la doble de Julieta Venegas... pues como que no.
El 2º puesto es para una tienda a la que le damos el mismo futuro que a la anterior, pero ésta en versión ropa. Tienda megafashion, ropa megacara. A ver, aviso a futuros empresarios de moda: la gente que tiene pasta no compra en Calella, los que compran en Calella no tienen pasta. El ocio nocturno que ofrece la ciudad no invita a ir tan megafashionalaultimaporqueyolovalgo, no insistan, las chicas de aquí son chicas Pimkie, chicas Zara, chicas Stradivarius...
Pero el 1r puesto es sin duda alguna, para una nueva franquicia llegada recientemente a nuestro país (según he leido buscando las fotos). Animal Party. Uno ve ese letrero y se imagina que se yo, un afterhours versión arca de Noé, un local de alterne para zoofílicos, un local donde celebrar la fiesta de cumpleaños de tu mascota, pero no, es algo mucho más tenebroso y oscuro, bajo la apareciencia de tienda de peluches normal y corriente se esconde una terrible secta que busca traumatizar a los niños (y yo no estoy detrás de ella), en cuanto entras una de las chicas te aborda, y te anuncia que te va a explicar el funcionamiento de la tienda (...) mirad que he dicho que te anuncia que lo va a hacer, no que te pregunte si quieres, porque como le digas que sólo quieres mirar te suelta algo como "bueno yo te lo cuento y luego miras, porque mirar sin saber de que va esto..."; en fin, que la chica agarra uno de los peluches
despeluchaos, ésto es, sin nada dentro, se lo lleva a una maquina infernal en la que hay un osito enganchado a una manivela como el de la foto, y antes de que puedas decir nada la tia porculiza al pobre bicho con una barra metálica que sale de la máquina, como se enteren de esto los de la conferencia episcopal y el foro de la familia... les queman la franquicia. Cuando la chica encula al pobre osito-ovejita-perrito-loquesea, tienes que ir con cuidado si vas con niños, porqué aquí ya una de dos o se traumatizan de por vida o se desvían... ejem... total, que la tia empieza a darle a la manivela, que a su vez hace que el osito-esclavo tambien mueva los brazos y ruede su propia manivela y el muñeco que hemos escogido empieza a rellenarse de peluche por dentro, se va hinchando, hinchando, a la vez que a nuestro niño se le hincha el trauma interior de ver al pobre muñeco a punto de reventar O_O, tú no ves el momento de que desempalen al muñeco y te lo den de una puta vez, lo pagues (12€) y te largues, porque si encima todo eso pasa habiendo más gente en la tienda uno lo puede pasar realmente mal cuando los demás padres te empiecen a mirar con ojos acusadores por dejar que le hagan eso al bicho delante de tu hijo.
Pero cuando por fin sacan al muñeco y crees oir una vocecita gimiendo que sale de su interior o bien diciendote "en algún momento te dormirás y entonces me reiré yo", lo agarras y entonces la chica te dice "pero aun no hemos acabado, hay que vestirle" ¬_¬' a ver tia, que me quiero ir, pero ella ya está enseñándote una pared llena de trapitos para los bichos, a cada cual más hortera y más cara, que si pudieses vestirlos en plan leather, travelo de las ramblas, puta de Tordera o yonki de Callejeros tendría su gracia pero no con vestiditos de punto a 18€ el más barato... O-sea...no!
Avisados estais, si alguna vez veis una tienda de éstas no entreis, y si lo haceis espero que tengais tiempo libre, porque no podreis escapar.
Y ahora, como siempre, sin venir a cuento, momentos musicales, hoy a cargo de Fangoria y su nuevo soltero: Más es más.