OT ya tiene nuevo significado que queda claro este año: Operación Teletienda. Y es que entre canción y canción, nominación y nominación, veredicto y veredicto, el presentador-edredón (por la pluma que le encanta sacar) nos bombardea con toda clase de promociones y artículos de venta: la cuenta del banco, el móbil con altavoz, el dvd de las canciones, el dvd del baile, la web para comprar la ropa de los """cantantes""", el coche... solo le falta montarnos una sesión en directo de Tupper-sex.
Con todo esto uno se planta más allá de la hora bruja esperando para ver quien se larga (siempre por un 50 y tanto %) y para oir lo único que merece la pena este año, los comentarios, crueles pero reales, de Risto, que lo mismo se mete con los concursantes que con los estilistas, peluqueros o maquilladores...
Yo por mi parte, sigo esperando el duelo Pokémon entre Mimí y Cocó, a ver quien gana...
1 comentario:
bueno...yo por mi parte dejé de verlo a partir del año en que ganó Ainhoa. Para mi la mejor "triunfita" de todas y la que verdaderamente realizó una "operación triunfo" a lo largo de su estancia en el programa.
Los que vinieron después... concursantes de un "reality show"
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