Rubia de bote...

... chocho morenote. Pero hoy no hablaremos de ese tipo de pelo, lo prometo, otro día, otro día, no me seais ansias.

El otro día viendo la tele pusieron el anuncio de un champú patrocinando el último capítulo de la 5ª temporada del Internado (sí, lo se, ninguno de vosotros veis la tele, sois tod@s muy cult@s), la cuestión es que de golpe me ponen a una de las protagonistas, Ana de Armas, saltando por una playa mientras me dicen que es el nuevo “pelo Herbal Essences”, vamos que la tía se debe ir corriendo por los rincones, porque ¿no era ese el champú que salían las tías teniendo orgasmos en la ducha? Total, que sale la tiparraca esta corriendo, que yo siempre espero a ver si le plantan una farola allí y se la come mientras mira a la cámara, y de pronto I. salta con la siguiente pregunta “¿Y que ha pasado con Leire? ¿Ya no tiene pelazo este año?” bueno, en realidad él dijo “que pasa con la de la Oreja de Van Gogh” porque no tiene ni puta idea de cómo se llama, al igual que la mayoría de personajes del famoseo patrio.Pero la cosa me dio que pensar... ¿por qué Leire ya no es la imagen?. Como siempre, tengo una teoría.

Leire el año pasado estaba recién salidita del horno, aterrizaba en el grupo y claro, la chica hacía lo posible para caer bien, se duchaba y tal... pero claro, de pronto, alguien se la encontraría en plena resaca tirada en un portal, después de salir de la discoteca donde estuvo bailando el nuevo tema de la Montero, sudada por el calor sofocante en mitad de la pista, con algunas copas de más, después de haber ido a vomitar varias veces al baño, metiendo todas las puntas de su cabello en el agua del wc, aunque agua es lo que menos contenía la taza, y la persona que la encontró le haría una foto y la mandaría a los señores del champú y claro, la echaron a la calle cual Britney cuando representaba a Pepsi y la pillaron bebiéndose una Coca-Cola.

Todo eso lo entiendo, que la echen por borrachuza de pelo grasiento oliendo a todo. Como mucho le propondrían ser Miss Tapa Vasca, por los distintos tropezones que tenía en la cabeza, pero nada mas.

Pero algo me huele mal, y no, no es su pelo. ¿Quién ha tomado la decisión de meter a la tal Anita de Armas en el anuncio? ¿Cuánto va a durar? Porque claro, si Leire tuvo una mala noche y ya no la plantan en la playa luciendo melena... ¿qué pasará con la internada con perpetua cara de espanto que parece que siempre esté recordando que se ha dejado las bolas chinas encima del sofá y que su madre estará apunto de llegar a casa?
¿Nadie ha pensado en que esa chica se pasa el día y la noche corriendo por unos pasillos subterráneos, oscuros, polvorientos y húmedos? A esa le dura un alisado de plancha en el pelo menos que lo que duraba la ropa interior de los niños en Neverland (lo sé, soy malo).
Tiempo al tiempo, ya vendrá el sr. Herbal a decírmelo.

Aquí la srta. de Armas con el pelo en plan grasiento, guarrillo, y con pinta de que como una gitana le ponga un clavel, le echa raíces.